Noche de domingo

Introducción

El viaje fue planeado con una anticipación de 1 año, aproximadamente.

Era un viaje soñado y queríamos que salga todo lo mejor posible.

La idea original era conocer Nueva York, ya que era mi sueño desde chico. Creo que sobran los motivos que pueden incitar a una persona a conocer esa ciudad.

Luego, como con mi mujer somos amantes de la playa, se nos ocurrió agregar Miami, aunque no estábamos seguros. Si bien era moverse dentro del mismo país, se agregaban gastos y nos asustaba un poco.

Así que, una semana eran los dos destinos y a la otra nos parecía mucho. Elegimos conocer las dos ciudades y tirar la casa por la ventana.

Luego de un dificultoso tramite, como lo es el de la VISA, llenamos los formularios los últimos días del 2014 y terminamos el mismo, para el comienzo del 2015.

Ya veníamos de meses de averiguar y averiguar, así que con VISA en mano, sacamos los pasajes y fuimos reservando los correspondientes hospedajes. 

El viaje tomaba forma. Era todo nuevo, desconocido. El armado del mismo era fascinante, excitante, al menos para mí. Soy el que se encarga de esas cosas en casa y creo que de ahí salió mi interés por el turismo.  

Día Cero

Había muchas cosas que hacer ese último día. Retirar algo que iba a ser necesario para usar en NY, no voy a adelantar nada sobre eso, ya se los contare.

Y lo más importante era ir a visitar a mi hija, para despedirme de ella. Por suerte ella ya tenía una edad para poder explicarle bien las cosas y lo entendió perfectamente, apoyándome en todo momento a cumplir mi sueño, siempre me lo decía, así de dulce es ella.

Ese día jugaba Argentina, un partido por las eliminatorias y el horario pactado para salir de casa era a las 18hs, ya que el avión partía a las 23hs. Saliendo a esa hora digamos que estábamos bien, pero yo quise quedarme a ver el primer tiempo, cosas de futboleros.

Esa tardanza hizo que el tráfico se volviera un infierno. Agarrar Gral Paz, un sábado a las 20hs puede ser tremendo, algunos sabrán que se trata y todo se volvió un caos.

Le dije a mi suegro, quien se había propuesto para llevarnos, que agarremos otro camino y de los nervios, me perdí.

Vieron como cuando no salen las palabras en algún estado de crisis, bueno a mí no me funcionaba el gps interno ja. En esa época no existía el google maps en el celular y todo era más difícil. Me conozco casi toda la capital de memoria, pero el problema era otro.

Los nervios, el tráfico, la ansiedad me jugaron una mala pasada. El auto era una bola de nervios, ni queríamos hablar, hasta que por algún motivo, pudimos enderezar el rumbo y llegamos a Ezeiza.

Por fin!! Que alivio, decíamos, mientras nos despedíamos de mis suegros.

Yo venía con algunas complicaciones en esas últimas semanas.

La pérdida de un gran amigo, el mes anterior al viaje y haber dejado de fumar después de muchos años, me habían llevado a estar más ansioso que de costumbre, por lo que mi psicóloga de ese entonces, me recomendó visitar un psiquiatra, cuando le manifesté mi miedo a volar y que este decida. El me receto clonazepan y bueno, así fue, como viajo ese medicamento con nosotros.

De la exaltación por lo vivido, pensaba que me iba a tomar dos pastillas juntas antes de subir al avión, pero tome una decisión totalmente contraria. Elegí no tomarlo y afrontar el vuelo como venga. En todo caso, iba a estar en mi mochila, por si acaso. La cuestión es que nunca en mi vida tome una de esas pastillas, la cajita quedo intacta, nunca fue utilizada.

Llego el momento de subir al avión, iba a ser mi primer vuelo largo, así que la expectativa era grande.

El avión de Aerolíneas Argentinas, era de los nuevos, muy lindo realmente. Ubicamos nuestros asientos, nos acomodamos y estábamos listos.

Y no me quedan más palabras para esta primera parte, que citar una parte de la canción de virus:

El avión ya despego

Con destino a nueva york

Es un viaje de placer

Alquilado para…